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Jóvenes participan en cabildos abiertos en diferentes regiones del país

  • Es importante que toda la ciudadanía participe en el fortalecimiento de este tipo de espacios cívicos para conocer en qué se invierten sus impuestos y exigir gestión transparente de las autoridades municipales.

Los jóvenes de la Plataforma Juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), estuvieron presentes por primera vez, en cabildos abiertos realizados en distintas ciudades de Honduras.

En estos espacios los gobernantes presentan y exponen propuestas, desafíos o proyectos del municipio, además se hace una rendición de cuentas a la ciudadanía y en algunos casos los ciudadanos pueden someter propuestas e ideas a votación.

No es una tarea fácil la construcción de una ciudadanía donde el principal problema sea un bajo nivel de educación y un sistema político con poca oportunidad para que las sociedades puedan expresar sus opiniones e inquietudes.

Por ello es importante que toda la ciudadanía participe en el fortalecimiento de estos espacios cívicos a través de uno de los mecanismos de participación ciudadana que son los llamados “cabildos abiertos”, donde se da un encuentro ciudadano con el gobierno municipal para debatir y tratar asuntos de interés público, éstos pueden ser convocados por el alcalde o por iniciativa de un porcentaje de los habitantes del municipio.

El principal objetivo de los cabildos abiertos es abordar diversos problemas generales o regionales de planificación y presupuesto, temas específicos relacionados con el medio ambiente, la educación, la salud, los negocios, el género, juventud y más.

El pasado 27 de enero se llevó a cabo el primer cabildo del año en El Progreso donde el tema abordado fue “Rendición de Cuentas Ejercicio Fiscal 2022” en el mismo se procedió a la elección y juramentación del comisionado municipal de transparencia, obteniendo como resultado una Comisión Municipal de Transparencia elegida por los presentes.

Al siguiente día el cabildo fue en San Pedro Sula, donde el alcalde Roberto Contreras, destacó que todas las obras realizadas por la alcaldía se han ejecutado con fondos estrictamente municipales, dado que, de los 120 millones de lempiras que le corresponde a la alcaldía percibir por transferencia del gobierno central, solo se han recibido 20 millones.

El tercer cabildo fue en la ciudad de Siguatepeque, donde no se obtuvo ningún acuerdo debido a que el alcalde dio por terminada la sesión por falta de orden en la sesión.

El 30 de enero se llevó a cabo el cabildo en Gracias, Lempira. Donde después de la charla se llegó al acuerdo de que los alcaldes y regidores se disminuyeran el sueldo, que la municipalidad compre su propia maquinaria y que los ciudadanos puedan ser veedores en la ejecución de los proyectos.

El quinto cabildo fue en la ciudad de Tegucigalpa donde se les rindió un informe detallado a los capitalinos sobre los resultados obtenidos en la nueva administración y se llegaron a los acuerdos de poner en marcha el proyecto “corazón de pueblo” donde se brindará atención a recién nacidos en hospitales públicos, brigadas médicas, proporcionar soluciones habitacionales, el rescate y la promoción al arte y la cultura.

El 31 de enero se desarrolló en La Ceiba, donde se realizó la presentación de planes de trabajo. En este cabildo la mayoría de los presentes eran de la municipalidad y no de la ciudadanía.

El último se efectuó el pasado 3 de febrero en Comayagua donde se presentó cada informe desglosado por línea presupuestaria, ingresos y egresos de cada año y como se ejecutó. Se tomó en consideración por parte de la Plataforma Juvenil dar seguimiento al presupuesto de niñez y adolescencia.

La Plataforma Juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) busca contribuir a fomentar una Honduras con paz, justicia y seguridad propiciado por un mejor desempeño del Sistema de Justicia y Seguridad en forma consistente con los principios de gobernabilidad democrática, con énfasis en control interno, rendición de cuentas, transparencia y una sociedad activa en la construcción de paz y justicia.

Involucrar a los jóvenes es clave para mejorar y fortalecer los gobiernos locales, por lo que es necesario considerar procesos de inserción de los jóvenes en los espacios y procesos sociales y políticos.

Como Plataforma afirmamos y reconocemos que la participación, plena y efectiva de los jóvenes en espacios de sociedad civil y de toma de decisiones es fundamental para contribuir a la sostenibilidad, desarrollo y construcción de municipios prósperos.

Jóvenes de la Plataforma de la APJ alzaron su voz dentro y fuera de Honduras en 2022

  • Participaron en foros regionales, veedurías sociales, incidencia con gobiernos locales e impulsaron espacios de participación.

Los voluntarios de la Plataforma Juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) tomaron un rol importante en diversos espacios de participación en 2022, dentro y fuera de Honduras, para alzar la voz por defender sus derechos y de la ciudadanía en general.

En los primeros tres meses del año, desarrollaron una serie de reuniones, en Santa Rosa de Copán. San Pedro Sula, La Ceiba, Comayagua, El progreso, Siguatepeque y Tegucigalpa, con líderes comunitarios, juventud y sociedad civil a través de mesas bipartitas para presentar informes sobre participación ciudadana.

Con estos encuentros, el capítulo de Transparencia Internacional en Honduras y la plataforma juvenil, buscan socializar los diagnósticos regionales sobre la reducción de los espacios cívicos, presentar informe de veedurías de salud y conocer qué propone la ciudadanía en cuanto a estos procesos.

En abril, los jóvenes del capítulo en Comayagua desarrollaron actividades de incidencia, artísticas, culturales y religiosas durante la Semana Santa.

En mayo, dieron a conocer que cada seis horas un menor de edad es abusado sexualmente en Honduras y el 84% de casos quedan impunes, estos datos durante la gira de presentación del informe  Índice de Impunidad y Respuesta Institucional ante el Abuso Sexual Infantil desarrollado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con apoyo de la APJ.

En junio, la participación ciudadana y juvenil en procesos de toma de decisión y de incidencia con autoridades locales, se visibilizó en diferentes ciudades del país, como resultado de las acciones promovidas por la Plataforma Juvenil de la APJ.

Para julio, se presentaron los resultados de la veeduría social a nivel local hecha por la Plataforma Juvenil en conjunto con la ASJ, en el marco del trabajo que realiza el observatorio social “Vacunas para todos”, a través del cual monitorea el avance de la vacunación contra covid-19. Los ejercicios de veeduría incluyeron levantamiento de información en 6 regiones sanitarias de Salud.

En agosto, el trabajo de las coordinadoras de la plataforma juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), Hillary Gómez y Claudia Padilla, ha sido reconocido por el Consejo Nacional de Juventudes Hondureñas al otorgarles el Premio Nacional de Juventud y el Premio Regional de Juventud Centro, respectivamente.

En ese mismo mes, la Asociación para una Sociedad más Justa y la Federación de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH), con apoyo de la Plataforma Juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), facilitaron un espacio para la presentación del «Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil 2022” realizado por CIVICUS.

Además, la Plataforma Juvenil formó parte de una serie de espacios de reflexión sobre los riesgos que enfrentan los defensores de derechos humanos y las luchas sociales contra la exclusión en Honduras, desarrollados por la ASJ.

En septiembre, los jóvenes se movilizaron a Colón, Atlántida, Cortés, Copán, Lempira, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán y Choluteca, con el objetivo de documentar el proceso del concurso docente e impulsar la participación ciudadana, a través de la integración de los jóvenes en las veedurías ya que la sociedad civil y personas naturales pueden observar cualquier proceso público, enmarcado en la Ley.

Durante noviembre, se dieron a conocer los diagnósticos regionales revelan limitantes en la participación ciudadana para generar incidencia en problemáticas de Honduras. Para estos informes, se realizaron jornadas de análisis se realizaron de forma virtual con organizaciones y miembros de comunidades de Francisco Morazán, Copán, Comayagua, Cortés, Yoro y Atlántida.

En diciembre, la Plataforma Juvenil tuvo presencia en la elección de concejales del Consejo Nacional de Prevención, siendo nominada para ejercer cargo de concejales y secundados por mayoría de votos no electos. También, Nahomy Acosta, Claudia Padilla, y Dayanara Medina de la Plataforma Juvenil de la APJ, formaron parte de 50 jóvenes de los partidos políticos y de sociedad civil, que han finalizado el diplomado «Fortaleciendo el liderazgo político de jóvenes», realizado con apoyo de ParlAmericas, asistencia técnica de ONU Mujeres y en coordinación con el Congreso Nacional y Foro de Mujeres Políticas.

 

Maestro abusaba de sus alumnas de primero y segundo grado dentro de escuela en Tegucigalpa

  • Las amenazaba con aplazarlas si ellas contaban lo que les hacía.
  • Había sido capturado y tras quedar en libertad abusó de otra menor de edad, esta vez de su familia

Un maestro de educación primaria, aprovechó su puesto de trabajo y la confianza de los padres de familia para abusar sexualmente de cuatro niñas de entre 4 y 8 años de edad en una escuela de Tegucigalpa, capital de Honduras, pero fue capturado gracias al trabajo coordinado entre el Programa Rescate de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Fiscalía Especial de la Niñez.

El hombre de 41 años de edad, residía en la colonia La Haya en Comayagüela y sus víctimas eran sus alumnas, de quienes abusó entre 2017 y 2019, de acuerdo al expediente del Ministerio Público.

En agosto del año 2019 el equipo del Programa Rescate obtuvo información anónima por sospechas de abuso sexual infantil por parte de un maestro, quien desde algún tiempo venía abusando sexualmente de varias niñas que eran sus alumnas de primero y segundo grado.

Una vez recopilada la información se coordinó con la Fiscalía de la Niñez y se obtuvo la declaración de las víctimas, quienes revelaron que hacía un año su profesor les tocaba sus partes íntimas, las metía bajo del escritorio y también las ponía a que lo besaran en la boca y le tocaran sus genitales.

Además, las amenazaba con aplazarlas si ellas contaban lo que les hacía. Tras documentar los hechos, la Fiscalía logró la detención preventiva del individuo por el delito de otras agresiones sexuales agravadas, sin embargo, logró cambio de medidas para defenderse en libertad.

Pese a estar con un proceso judicial pendiente, en junio de 2022, fue detenido nuevamente por otro abuso sexual cometido en perjuicio de una niña de 12 años de su círculo familiar, por lo que se encuentra recluido en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto. Este agresor aún no ha sido condenado y tiene juicio oral y Público señalado para el mes de febrero del año 2023.

Es de mencionar que el Programa Rescate de la ASJ, ha colaborado en otros casos similares, donde se han visto involucrados maestros agrediendo sexualmente a sus alumnas.

El programa Rescate de la ASJ lleva más de una década apoyando psicológicamente a niñas y niños víctimas de crímenes sexuales y sus familiares, trabajando el proceso terapéutico enfocado en la superación del trauma, con el objetivo de ayudar a entender, integrar y resolver aquellas experiencias que afectan a su desarrollo, a sus pautas de interacción con el entorno y a su seguridad.

Cortés, muestra pocas acciones de protesta o búsqueda de soluciones pese a criminalidad, migración y abandono gubernamental, revela informe de la ASJ

  • La participación ciudadana se ha “acomodado” al esquema imperante de clientelismo político y del manejo centralizado de los programas y proyectos
  • Sin acceso a educación y con empleos mal remunerados, se perpetúa en la zona un ciclo vicioso que estimula el interés de emigrar.

En los últimos años se ha experimentado una reducción del espacio cívico que limita el accionar de la sociedad civil para incidir ante las autoridades en la implementación de propuestas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, según lo reflejó hoy el informe de diagnósticos regionales presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con la participación de 16 organizaciones no gubernamentales y miembros de comunidades en Francisco Morazán, Copán, Cortés, Yoro y Atlántida..

Con el apoyo de VIVA Dinamarca, la ASJ abordó junto a representantes de organizaciones de sociedad civil la situación del espacio cívico y logró identificar desafíos de desarrollo en materia de: corrupción, educación, pobreza y desempleo, salud y seguridad, como áreas de prioridad.

En Cortés, las problemáticas originadas por la corrupción son: pérdida de confianza en las instituciones que obstaculiza el desarrollo del país “muy prioritario” (67%); “algo prioritario” (33%). En educación. los temas que se muestran como muy prioritarios son la débil institucionalidad para enfrentar los desafíos educativos (100%), la reducción del presupuesto para educación junto con la baja eficiencia del gasto (100%) y el estancamiento en los resultados de aprendizaje (100%) y es manifiesta la preocupación ante la cantidad de NINIs (25% de la población de jóvenes).

Sin acceso a educación y con empleos mal remunerados, se perpetúa en la zona un ciclo vicioso que estimula el interés de emigrar, y el porcentaje de la población migrante retornada en Cortés, es el más alto del país con un (13%). La baja productividad en la economía rural (100%) son también problemas centrales relacionados con la pobreza. Son prioritarios para los participantes también los temas del sistema legal restrictivo (80%), y un 60% de los participantes consideran como muy prioritario el problema de baja competitividad y facilidad para hacer negocios. Mientras que, en salud, la capacidad de cobertura se ve sobrepasada y la alta tasa de homicidios y el narcotráfico siguen siendo obstáculos para lograr la seguridad ciudadana.

Pese a la gran cantidad de problemas que afectan sus garantías individuales, son muy pocas las personas y organizaciones que coordinan acciones de protesta o búsqueda de soluciones en la zona de Cortés. Se ha invisibilizado el papel de los gobiernos locales, se descontinuó el proceso de fortalecimiento de los gobiernos locales y de la descentralización. En este sentido, la participación ciudadana se ha “acomodado” al esquema imperante de clientelismo político y del manejo centralizado de los programas y proyectos, en la que las organizaciones y ciudadanía dejan de ser realmente críticas de las situaciones y se alinean a las directrices gubernamentales

Sin embargo, para tratar de fortalecer los espacios de participación ciudadana, se han llevado a cabo procesos de formación en diferentes temáticas, esto con el propósito de ampliar los conocimientos de diferentes organizaciones de la zona en temas de transparencia, rendición de cuentas, incidencia política y veeduría social.

Pobreza, abandono gubernamental, corrupción e intimidación limitan espacios de participación ciudadana en Yoro, revela informe de la ASJ

  • Hay criminalización de la protesta, judicialización de líderes y lideresas comunitarias, intimidación y presión constante de organizaciones estatales y locales que no están de acuerdo con aquellos grupos o personas que les señalan.

En los últimos años se ha experimentado una reducción del espacio cívico que limita el accionar de la sociedad civil para incidir ante las autoridades en la implementación de propuestas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, según lo reflejó hoy el informe de diagnósticos regionales presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con la participación de 16 organizaciones no gubernamentales y miembros de comunidades en Francisco Morazán, Copán, Cortés, Yoro y Atlántida.

Con el apoyo de VIVA Dinamarca, la ASJ abordó junto a representantes de organizaciones de sociedad civil la situación del espacio cívico y logró identificar desafíos de desarrollo en materia de: corrupción, educación, pobreza y desempleo, salud y seguridad, como áreas de prioridad.

En Yoro, gran parte de la población resiente las debilidades en los servicios que se brindan con fondos estatales. Consideran que las problemáticas originadas por la corrupción como temas prioritarios son: el mal desempeño gubernamental con servicios públicos deficientes (88%), pérdida de confianza en las instituciones democráticas (88%) y la impunidad (88%) y otros aspectos relacionados con la captura del estado (62.5%). El tema de la impunidad en la región se ha visto amplificado por numerosos casos de corrupción de figuras públicas, ya que el sistema de justicia ha sido cooptado por grupos políticos y económicos, de acuerdo al informe.

A raíz de la pandemia y tras los huracanes Eta y Iota, ha habido mayor cierre de espacios de participación, aumentó la cooptación política de estos espacios por parte de los partidos tradicionales y la estigmatización de las personas y movimientos que critiquen o se opongan a procesos, proyectos o políticas impulsados desde las instituciones gubernamentales, con el único fin de deslegitimar la crítica y minimizar la participación ciudadana.

A pesar del abandono gubernamental, graves casos de corrupción y de estar en una permanente crisis en las instituciones del estado proveedoras de servicios, son muy pocas las personas y organizaciones que coordinan acciones de protesta o búsqueda de soluciones en la zona de Yoro.

Además, la participación de la Sociedad Civil ha sido prácticamente anulada, se reporta la criminalización de la protesta, judicialización de líderes y lideresas comunitarias, intimidación y presión constante de organizaciones estatales y locales que no están de acuerdo con aquellos grupos o personas que les señalan. En este sentido, se destaca en la región el trabajo de organizaciones emblemáticas como ERIC-SJ y Radio Progreso, que trabajan desde la formación política, la denuncia y el acompañamiento de presos políticos en el marco de la crisis postelectoral y también mediante la realización de sondeos de opinión, investigaciones y manifiestos públicos.

Pese a todas las limitaciones, vale destacar que las formas en las que la ciudadanía se organiza y participa en la región de Yoro, son diversas. Hay trabajo a nivel de redes con otras organizaciones, redes de mujeres y también redes juveniles que promueven los liderazgos locales y que, a pesar de la pandemia, han estado muy activos sobre todo en entornos virtuales.

Participación ciudadana en Atlántida se ve limitada por la pobreza, impunidad, secuestro y asesinato de líderes y lideresas, revela informe de la ASJ

  • Las condiciones de pobreza que viven estas poblaciones donde prima la búsqueda del sustento diario, más allá de una búsqueda de organización.
  • La invasión y venta de los territorios ancestrales para complejos turísticos, y el aumento de la criminalidad, contribuye a la deserción escolar y la migración.

En los últimos años se ha experimentado una reducción del espacio cívico que limita el accionar de la sociedad civil para incidir ante las autoridades en la implementación de propuestas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, según lo reflejó hoy el informe de diagnósticos regionales presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con la participación de 16 organizaciones no gubernamentales y miembros de comunidades en Francisco Morazán, Copán, Cortés, Yoro y Atlántida.

Con el apoyo de VIVA Dinamarca, la ASJ abordó junto a representantes de organizaciones de sociedad civil la situación del espacio cívico y logró identificar desafíos de desarrollo en materia de: corrupción, educación, pobreza y desempleo, salud y seguridad, como áreas de prioridad.

En Atlántida, el tema de la impunidad se ha visto magnificado por casos emblemáticos como el secuestro y desaparición (asesinato) de líderes garífunas y la venta ilegal de territorios ancestrales. Se ha ido incrementando la presencia de grupos y organizaciones criminales (maras y pandillas) que ponen en precario la convivencia pacífica y la seguridad en la zona. El 80% de los participantes calificaron como un problema muy prioritario el de la colaboración entre elites y el crimen organizado y, además, la corrupción ha provocado un grave impacto en la educación, al punto que la mayoría solo culmina la educación básica de 6 grados; un cuarto de los jóvenes de la zona ni estudian ni trabajan.

Los índices de pobreza y desempleo han incrementado, hay un déficit de 10 profesionales de la salud, forzando a familias completas a emigrar y debido a la falta de estrategias y políticas claras por parte del Estado para enfrentar esta situación y los problemas generados por la invasión y venta de los territorios ancestrales para complejos turísticos, hacen que la región se vea sumida en una situación que limita el crecimiento económico y el desarrollo humano sostenible de la población.  Sumado a esto, los problemas muy prioritarios que se enfrentan en la región en el área de salud son la falta de presupuesto, desabastecimiento de medicinas, falta de insumos e infraestructura.

Como parte del fortalecimiento de los espacios de participación ciudadana, se han llevado a cabo procesos de formación en diferentes temáticas, esto con el propósito de fortalecer los conocimientos de diferentes organizaciones de la zona en los temas de transparencia, rendición de cuentas, incidencia política y veeduría social, este último es el mecanismo de participación ciudadana más utilizado en temas de salud y educación.

Sin embargo, Atlántida tiene retos en el tema de participación, debido a que la población se encuentra dispersa en territorios con limitado acceso, y debido también a las condiciones de pobreza que viven estas poblaciones donde prima la búsqueda del sustento diario, más allá de una búsqueda de organización. Es por ello que la sociedad civil se ve restringida en procesos de participación, a pesar de que hay una agenda clara desde las comunidades sobre cómo atender sus necesidades y problemas y la mayoría de los programas estatales tiene un sello político que limita la participación de la ciudadanía.

Participación ciudadana enfrenta grandes retos en Copán debido a corrupción, pobreza y falta de voluntad política, revela informe

  • La cultura de cacicazgo limita la participación ciudadana, aumenta la corrupción, impunidad y pobreza, que obligan a los habitantes a emigrar del país.

En los últimos años se ha experimentado una reducción del espacio cívico que limita el accionar de la sociedad civil para incidir ante las autoridades en la implementación de propuestas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, según lo reflejó hoy el informe de diagnósticos regionales presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con la participación de 16 organizaciones no gubernamentales y miembros de comunidades en seis departamentos de Honduras.

Con el apoyo de VIVA Dinamarca, la ASJ abordó junto a representantes de organizaciones de sociedad civil la situación del espacio cívico y logró identificar desafíos de desarrollo en materia de: corrupción, educación, pobreza y desempleo, salud y seguridad, como áreas de prioridad.

Las jornadas de análisis se realizaron de forma virtual con organizaciones y miembros de comunidades de Francisco Morazán, Copán, Cortés, Yoro y Atlántida, para identificar las principales necesidades, desafíos locales y visiones al futuro de las organizaciones de sociedad civil y la juventud, al tiempo que indagó sobre la limitación de la participación ciudadana a raíz de la pandemia de COVID-19.

En Copán, aparte de la consolidación y articulación de las organizaciones, uno de los grandes retos es la participación ciudadana que se ve limitada por la cultura de cacicazgo, la falta de voluntad política y la pobreza derivada de la corrupción e impunidad, así como también, la restricción de veedurías sociales, lo que impide una gestión pública transparente y rendición de cuentas efectiva.  También, el 73% de los participantes manifiestan como un problema muy prioritario la alta tasa de homicidios.

Las problemáticas originadas por la corrupción como la captura del estado, mal desempeño gubernamental con servicios públicos deficientes, obstaculización del desarrollo del país y pérdida de confianza en las instituciones democráticas, alta tasa de homicidios, son temas considerados con una prioridad alta por los participantes (91%).

En cuanto a educación, el principal problema identificado fue el abandono escolar (1 de cada 3 niños), pues la precaria situación económica y la falta de oportunidades está empujando a muchos menores de edad a emigrar de manera irregular. Además, la pobreza y la atención en salud son temas urgentes a tratar.

Pese a las limitaciones que enfrenta la sociedad civil, en Copán se ha construido un tejido social bastante fuerte que ha sido fortalecido a través del trabajo que organizaciones no gubernamentales como EROC, ASONOG, OCDIH, entre otras. La participación mediante el trabajo en redes y alianzas estratégicas ha permitido aprovechar las experiencias y capacidades instaladas de otras instituciones y organismos aglutinados alrededor de mesas de trabajo y redes de cooperación, que además brindan mayor peso y capacidad de incidencia ante las autoridades locales.

Con ello, se ha logrado tener impacto a nivel local con cabildos abiertos, plantones, veedurías sociales, procesos de visibilización y otras acciones, que logrado poner en agenda pública algunas problemáticas antes mencionadas, y por otro lado han generado políticas municipales, en favor de la dotación de insumos e infraestructura. También han hecho posible el desarrollo e implementación de herramientas de gestión que favorecen la transparencia y la rendición de cuentas.

Diagnósticos regionales revelan limitantes en la participación ciudadana para generar incidencia en problemáticas nacionales

  • ASJ realizó diagnósticos sobre participación ciudadana con organizaciones y miembros de comunidades de seis departamentos de Honduras.
  • La iniciativa fue financiada por Viva Dinamarca.

Tegucigalpa, 15 de noviembre de 2022. En los últimos años se ha experimentado una reducción del espacio cívico que limita el accionar de la sociedad civil para incidir ante las autoridades en la implementación de propuestas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, en este sentido, se concluyó los diagnósticos regionales realizados por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) con la participación de 16 organizaciones no gubernamentales y miembros de comunidades en seis departamentos de Honduras.

Con el apoyo de VIVA Dinamarca, la ASJ abordó junto a representantes de organizaciones de sociedad civil la situación del espacio cívico y logró identificar desafíos de desarrollo en materia de: corrupción, educación, pobreza y desempleo, salud y seguridad, como áreas de prioridad.

Las jornadas de análisis se realizaron de forma virtual con organizaciones y miembros de comunidades de Francisco Morazán, Copán, Comayagua, Cortés, Yoro y Atlántida, para identificar las principales necesidades, desafíos locales y visiones al futuro de las organizaciones de sociedad civil y la juventud, al tiempo que indagó sobre la limitación de la participación ciudadana a raíz de la pandemia de COVID-19.

En cuanto a corrupción, los participantes identificaron diversas prioridades. La captura del Estado parece “muy prioritaria” para las regiones de Copán y Francisco Morazán; en tanto, el mal desempeño gubernamental con servicios públicos deficientes se ubica como “muy prioritario” en las regiones de Atlántida, Francisco Morazán y Copán. Otros aspectos preponderantes mencionados fueron la pérdida de confianza en las instituciones democráticas y que la corrupción obstaculiza el desarrollo.

En materia de educación, los ciudadanos de Francisco Morazán y Cortés identificaron como temas prioritarios la débil institucionalidad para enfrentar los desafíos educativos y el estancamiento de los resultados de aprendizaje. En otras zonas como Copán y Atlántida, el principal problema identificado fue el abandono escolar, pues la precaria situación económica y la falta de oportunidades está empujando a muchos menores de edad a emigrar de manera irregular.  Cabe señalar que, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cuatro de las regiones analizadas: Cortés, Francisco Morazán, Yoro, y Atlántida, son las que han tenido mayor índice migratorio en los últimos años.

Con respecto al tema de pobreza y desempleo, los informes regionales lo destacan como “muy prioritario” para los participantes en las jornadas, mientras en el área de salud, la priorización se enfocó en la falta de presupuesto, medicamentos, insumos e infraestructura en zonas como Atlántida, Cortés y Francisco Morazán, aunque la falta de voluntad política e incapacidad de liderazgo de las autoridades para hacer cambios profundos y sostenibles en el sistema sanitario fue considerada “muy prioritaria” en Francisco Morazán, Cortés y Yoro.

De igual manera, los informes abordan la estigmatización contra personas o movimientos en disenso con el Estado y la calificación de personas que protestan por sus derechos como violentas, irrespetuosas o dignas de castigo. A criterio de los entrevistados, este tipo de pensamiento permite y justifica consecuentes violaciones de los derechos humanos de quienes protestan por sus derechos.

En cuanto a las acciones adoptadas frente a las problemáticas identificadas en las distintas regiones, figuran como principales mecanismos de participación ciudadana los procesos de veeduría social en salud, educación, infraestructura y seguridad, en los que la lucha por la transparencia y contra la corrupción son un eje transversal; otros, como la defensa del territorio, destacan en regiones como Atlántida y Copán.

Producto de la reflexión, especialistas entrevistados consideran muy relevante y dinámica la participación de la sociedad civil como impulsora de reformas, creadora de políticas públicas, impulsora de cambios, impulsora de denuncias y protagonista al momento de evidenciar aspectos que no se están haciendo bien y que se deben mejorar.

Desconfianza de ciudadanía en la Policía Nacional perpetúa la inseguridad

  • Estudio de ASJ muestra una ruta para incrementar la confianza ciudadana, mediante cambios no tan difíciles ni costosos de realizar.
  • WJP reveló resultados de El Estado de derecho en Honduras vinculados a la Policía, justicia penal y seguridad.

Tegucigalpa. La falta de confianza en la Policía Nacional es uno de los mayores retos que enfrenta la institucionalidad en el combate a la inseguridad; sin embargo, el contexto actual presenta oportunidades para adoptar medidas oportunas y estratégicas, señala el informe Detrás de la placa, presentado este jueves por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

El informe fue divulgado en el marco del evento “Rutas para fortalecer a la Policía de Honduras y fomentar la confianza ciudadana”, realizado en conjunto con World Justice Project (WJP), que presentó El Estado de derecho en Honduras: hallazgos clave de la Encuesta de Población General 2021.

El estudio de ASJ se basa en 661 encuestas realizadas en Francisco Morazán, Cortés, Atlántida y Copán, además de 51 entrevistas en profundidad, y recoge percepciones y observaciones sobre la gestión policial desde la perspectiva de víctimas, detenidos y policías en Honduras.

Entre sus hallazgos, destaca que, para 2020, siete de cada 10 hondureños desconfiaban de la Policía Nacional, lo que perpetúa y agrava los desafíos de eficiencia y profesionalismo de la institución.

Las víctimas han sido renuentes a denunciar, testificar y colaborar con la Policía, creando un ciclo vicioso donde homicidios y otros crímenes no se denuncian y no se resuelven. Romper este ciclo vicioso y aumentar la confianza ciudadana son factores clave para una buena gestión policial, apunta la ASJ.

Víctimas de crímenes contaron sus experiencias sobre el actuar de los policías en la escena del crimen, la recepción de denuncias e investigación del hecho criminal. De acuerdo al sondeo, en 79 % de los casos los policías hicieron preguntas sobre los hechos, 77 % se identificó con las víctimas, 59 % explicó lo que haría después y 56 % tomó notas de los relatos.

Con respecto a la atención al interponer una denuncia, alrededor de 72 % de los consultados dijeron que fue “muy buena” o “buena”, 21 % la calificaron como “regular” y 7 % como “mala” o “muy mala”. Cabe señalar que en las entrevistas destacó la preocupación de interponer una denuncia para que esta solo sea “engavetada”.

Por su parte, los detenidos sostuvieron en 79 % de los casos que el policía se identificó y 77 % conoció la causa de su detención. No obstante, 32 % aseguró que había sido golpeado por un uniformado y solo al 28 % le fueron informados sus derechos como ciudadanos.

Una vez trasladados a la celda de detención, recibir agua, comida y una llamada telefónica fue la excepción, no la regla. El 63 % no recibió comida ninguna vez durante su detención, solo al 28 % se le ofreció agua y apenas al 23 % una llamada telefónica.

Resumen ejecutivo _ Detrás de la Placa

 

El sondeo reveló también que los policías no tienen acceso a recursos básicos o información interinstitucional, como una libreta de apuntes, acceso a Internet, a un teléfono celular o municiones. De los policías entrevistados, 11 % dijo que alguna vez ha portado un arma sin munición durante su turno.

Otro punto abordado fue la vinculación de policías en actos criminales. Un 77 % de víctimas y detenidos, así como 63 % de policías, refirió que hay miembros del crimen organizado infiltrados en la institución.

Mientras solo 17 % de las víctimas y 18 % de los detenidos manifestó que después del proceso de depuración su confianza en la Policía ha aumentado, contra un 62 % de policías que opina lo mismo.

El informe plantea además otros temas como la revictimización, derechos humanos y condiciones laborales de los policías, así como recomendaciones como implementación de protocolos, distribución de recursos, condiciones laborales y procesos de comunicación interinstitucional, entre otros.

Jóvenes de la APJ realizan observación al concurso docente a través de veedurías sociales

  • Los observadores se movilizaron a los departamentos de Colón, Atlántida, Cortés, Copán, Lempira, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán y Choluteca.

Tegucigalpa 2 de septiembre de 2022. Voluntarios de la Plataforma Juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), la Coalición Transformemos Honduras y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), han realizado monitoreo del proceso de concurso de selección docente en nueve departamentos de Honduras a través de veedurías sociales.

Los observadores, quienes ya han participado en veedurías en otros concursos docentes, se movilizaron a Colón, Atlántida, Cortés, Copán, Lempira, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán y Choluteca, con el objetivo de documentar el proceso e impulsar la participación ciudadana, a través de la integración de los jóvenes en las veedurías ya que la sociedad civil y personas naturales pueden observar cualquier proceso público, enmarcado en la Ley.

Además de dar seguimiento al concurso docente, también se entrevistó a 45 miembros de las Juntas Departamentales de Selección, para documentar cómo se desarrolló el proceso, si la ficha se elaboró considerando algunos elementos enmarcados en la ley, entre otros datos.

Mientras que a 155 docentes concursantes se les consultó sobre la percepción que tenían sobre el manejo del concurso, si consideraban que se respetaría los resultados del proceso, si habría injerencia política y gremial, si el proceso era transparente, entre otras interrogantes.

La veeduría al concurso de selección docente se llevó a cabo del 22 de agosto al 2 de septiembre. En la semana del 22 se observó la aplicación de la prueba de conocimientos a los docentes concursantes. Para la semana del 29 de agosto al 2 de septiembre se realizó únicamente en la ciudad de Tegucigalpa, ya que los exámenes fueron trasladados a esta ciudad para su revisión.

Para las próximas semanas el capítulo en Honduras de Transparencia Internacional dará a conocer públicamente los resultados de estas veedurías, sin embargo, la información procesada -hasta la fecha de esta publicación-   coincide con las recomendaciones brindadas el pasado 1 de agosto por varias organizaciones de sociedad civil.

 

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