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Reforma Universitaria no debe revertirse

Tegucigalpa. La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), coalición de organizaciones no gubernamentales de desarrollo, redes de sociedad civil, plataformas que aglutinan víctimas y familiares de víctimas de la violencia, gremios, iglesias e instituciones académicas, que realizan auditoría social e incidencia política al desempeño de las entidades operadoras de seguridad y justicia en Honduras, ante la crisis y confrontación que se ha suscitado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en los últimos meses, que impide el adecuado y normal desenvolvimiento de las actividades académicas en el Alma Máter, se pronuncia de la siguiente forma:

1) La educación es el vehículo más eficaz para lograr el pleno desarrollo en el país, y la UNAH, juega un papel esencial para la formación de las nuevas generaciones que estarán a cargo de liderar la trasformación de la nación que genere prosperidad generalizada.

2) La reforma universitaria impulsada en la última década ha permitido mejorar los procesos institucionales en la UNAH, fortalecer sus capacidades logísticas y modernizar la infraestructura de la más importante casa de estudios del país, elevar el desempeño académico de los estudiantes universitarios y colocar la entidad en un sitial de prestigio y en la ruta hacia su innovación.

3) La reforma universitaria no debe retroceder, no puede ser revertida por ningún interés ideológico o político-partidista, ni mucho menos por propósitos egoístas de sectores perversos que buscan beneficiar a grupos que a lo largo de los últimos años han perdido la influencia que en un tiempo tuvieron en la UNAH y de la cual sacaron beneficios particulares; la acción del cambio no puede detenerse, ni los logros alcanzados deben anularse y mucho menos volver a un pretérito en el cual la anarquía, mediocridad e incertidumbre imperaban en el Alma Mater.

4) Es indispensable que se tomen las medidas pertinentes para renovar la conformación de los diferentes órganos de representación, decisión y control de la UNAH, a fin de poder elegir –en el marco de procesos democráticos e incluyentes- a las autoridades de gobierno y de dirección académica; no debe considerarse como opción inmediata intervenir la UNAH, desde instancias externas que se preste a manipulaciones con sesgo político que vengan a disminuir el principio de autonomía universitaria, en su dimensión histórica, normativa, académica, pedagógica y administrativa, que se constituye en la matriz esencial y sustantiva que define la más genuina naturaleza e identidad institucional de la Universidad Pública.

5) Apelamos a que todos los sectores de la comunidad universitaria puedan –sobre la base de la responsabilidad y legalidad- avanzar en el proceso de diálogo y consenso, absteniéndose de utilizar la violencia y la fuerza como medio para superar diferencias, privilegiando los más sublimes intereses de la UNAH y de Honduras, garantizando un ambiente de respeto y compromiso, sin hostilidad ni confrontación.