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APJ insta al Presidente de la República a vetar el decreto que reforma la Ley de Privación Definitiva del Dominio de Bienes de Origen Ilícito

Tegucigalpa. La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), instancia de la sociedad civil hondureña, fundada en el año 2012, con el objetivo de ejecutar acciones de auditoría social e incidencia política al Sistema de Seguridad y Justicia en el país, ante las recientes acciones del Congreso Nacional de la República, que reforman el marco jurídico que aplica al combate a la criminalidad, delincuencia y corrupción en el territorio nacional, se pronuncia de la siguiente forma:

1) LAS DEMANDAS CIUDADANAS HICIERON QUE EL ESTADO ACTUARA CONTRA LOS DELINCUENTES: En los últimos años, ante las demandas y el hartazgo de la sociedad civil organizada, las movilizaciones sociales  y  las manifestaciones espontáneas; el Poder Legislativo, Gobierno de la República, instituciones operadoras de justicia y entidades contraloras del Estado, realizaron esfuerzos y acciones conjuntas que permitieron crear  un  marco legal, estratégico y operativo proporcional a los delitos que las bandas del crimen organizado, cárteles del narcotráfico, maras y pandillas, y redes de corrupción cometen.  El descabezamiento de los principales cárteles del narcotráfico, el desmantelamiento del andamiaje financiero de las principales bandas del crimen organizado, el juzgamiento y castigo de cabecillas de redes de corrupción gubernamental y la depuración de entidades estatales como la Policía Nacional, son ejemplos concretos del éxito que este nuevo marco institucional ha permitido obtener.

2) NADA JUSTIFICA REVERTIR LA LUCHA CONTRA CRIMINALES, DELINCUENTES Y CORRUPTOS: Desde la perspectiva de la APJ, valoramos como positivas estas medidas que han permitido investigar, juzgar y castigar a algunos transgresores de la Ley que mediante actividades criminales, negocios ilícitos y ejecutorias corruptas se han enriquecido. Nada justifica revertir lo mucho que –en los últimos años- se ha hecho en la nación, a fin de perseguir a los facinerosos que tanto daño le ha causado a la sociedad y al Estado y han privado a las familias de recursos que reducirían la brecha de la pobreza y desigualdad. Es deber ineludible de los ciudadanos ejercer presión continua y exigir resultados para que esta dinámica no disminuya en su intensidad y denunciar a quienes pretendan echar por la borda lo mucho que se ha conseguido.

3) DEMANDAMOS DEROGAR LEYES QUE ENTORPECEN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN: Las recientes decisiones tomadas por el Congreso Nacional de la República, en torno a reducir las penas aplicables a delitos de corrupción contenidas en el proyecto original del nuevo Código Penal (agosto 2017), modificar la Ley Orgánica del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República (enero 2018), y reformar la Ley sobre Privación Definitiva del Dominio de Bienes de Origen Ilícito (marzo 2018), son una lamentable e inequívoca señal de que se está gestando en el país una tendencia regresiva que crea un ambiente habilitante a los criminales, delincuentes y corruptos, en contraria dirección del anhelo ciudadano que clama por mantener rígida la gestión estatal en contra de los que cometen actos ilegales y se benefician de ellos. La APJ, no admite que la lucha en contra de los que atentan contra la integridad física de los hondureños, atentan en contra de los bienes del Estado y drenan el erario nacional tenga freno y se impulse su retroceso desde el Congreso Nacional.  Demandamos de los diputados entender este deseo ciudadano, no dar la espalda a esta justa lucha y les pedimos derogar de inmediato estas reformas que entorpecen la ofensiva estatal en contra de quienes irrespetan la Ley.

4) INSTAMOS AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA A VETAR EL DECRETO QUE REFORMA LA LEY DE PRIVACIÓN DEFINITIVA DEL DOMINIO DE BIENES DE ORIGEN ILÍCITO: Asimismo, la APJ insta al Presidente de la República, Juan Orlando Hernández Alvarado, a vetar el decreto legislativo que reformó la Ley sobre Privación Definitiva del Dominio de Bienes de Origen Ilícito, ya que el mismo manda a un repliegue de la institucionalidad del Estado en la lucha en contra de la criminalidad, delincuencia y corrupción. El Congreso Nacional no cuestionó este instrumento cuando se le aplicaba a narcotraficantes, mareros y burócratas de segunda categoría, pero se ha incomodado ahora que amenaza con ser aplicada a las cúpulas políticas y empresariales.  Si algún exceso se ha cometido o alguna injusticia se ha realizado en la aplicación de la norma vigente,  habrá que tomar las medidas del caso para corregir la falla y deducir las responsabilidades a los funcionarios que hayan abusado de autoridad o violentado derechos; un error o exceso humano no debe convertirse en la coartada para fomentar la impunidad.

5) LOS CIUDADANOS Y LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL DEBEN ESTAR VIGILANTES A FUTUROS EVENTOS: Finalmente, quienes conformamos la APJ, alertamos que de continuar los diputados con esta propensión a alterar la correcta ruta por la cual transitamos en la lucha en contra de los consorcios dedicados a lo ilícito, las secuelas serán funestas y acarreará perjuicio en contra de la colectividad y el patrimonio del Estado, y –lo que es más grave- instaurarán un Estado de Arbitrariedad que es inaceptable cuando la aspiración colectiva es avanzar para fortalecer el Estado de Derecho. En tal sentido, reiteramos el llamado a la ciudadanía en general y a las organizaciones de la sociedad civil en particular, a estar vigilantes a futuros eventos que –como la elección del próximo Fiscal General de la República- pudiesen convertirse, de no hacerse lo pertinente, en un aldabonazo a la incipiente institucionalidad del Estado que lucha en contra de los malhechores.

Celebramos que el Gobierno y la MACCIH, liman asperezas, y empiezan a definir acciones concretas contra la corrupción

Omar Rivera, coordinador general de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), manifestó que «resulta oportuno que autoridades gubernamentales, operadores de justicia e integrantes de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), establezcan un diálogo sincero y próximo, y se sienten a planificar como pueden revertir efectivamente la generalizada impunidad que ha imperado en el país por décadas».

Rivera, dijo que «es alentador que se olviden de las diferencias y discrepancias, y se enfoquen en establecer mecanismos efectivos para luchar contra la corrupción».

«No es momento para hipersensibilidades, ni para distracciones, y mucho menos para perder el entusiasmo, aun en medio del disenso; es tiempo de aprovechar la experiencia de los peritos, forenses, investigadores, fiscales y jueces internacionales que MACCIH pondrá a disposición de los órganos contralores del Estado e instituciones operadoras de justicia para identificar patrones de conducta ilícita y desmantelar redes corruptas y bandas del crimen organizado» señaló el dirigente de la sociedad civil.

El coordinador de la APJ, valoró como positivo este acercamiento; «nos llena de esperanza, estamos seguros que algo positivo surgirá hacia el futuro de estas jornadas de planificación».

«La sociedad civil espera victorias tempranas de este modelo de colaboración activa entre la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Gobierno de la República, para investigar con rigurosidad, judicializar de forma expedita y sancionar ejemplarmente a los corruptos, criminales y delincuentes que se han enriquecido ilícitamente o han participado en casos emblemáticos como el del atraco al Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS) o las barbaridades acaecidas en la Policía Nacional» acotó.

Más 1,000 Policías depurados en 6 meses de gestión de la Comisión Especial

Desde que –hace 6 meses- el Presidente de la República, Juan Orlando Hernández, juramentara a la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policial Nacional, ya han sido 1,817 los policías que ha sido sometidos a evaluación a fin de determinar la idoneidad y confianza de los mismos para continuar formando parte de esa institucional gubernamental.

De los policías sometidos a evaluación, la Comisión Especial tomó la decisión de excluir de la estructura a 1,040 de ellos, ya sea como consecuencia del proceso de reestructuración, por despido con justa causa o autorizando su retiro voluntario; del mismo modo, determinó incorporar a la recién aprobada nueva estructura policial, a 736 altos oficiales y agentes de escala básica de la Policía Nacional.

Quedan todavía en proceso de evaluación 27 policías y 14 suspendidos para facilitarles a otros operadores de justicia la realización de investigaciones, juzgamientos y sanciones por la comisión de actos reñidos con la Ley.

CANCELADOS, SUSPENDIDOS E INCORPORADOS

La Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional, ha evaluado 1,817 policías de diferentes niveles, de los cuales 9 pertenecen al rango de General, 47 son Comisionados, 108 Subcomisionados, 108 Comisarios, 154 Subcomisarios, 241 Inspectores, 497 Subinspectores, 179 Suboficiales, 430 agentes de escala básica y 44 auxiliares.

De ese total de policías evaluados, 845 fueron cancelados por reestructuración, en razón de la nueva estructura organizacional de la Policía Nacional, aprobada por la Comisión Especial; 118 fueron cancelados por despido con justa causa, sin responsabilidad para el Estado; 14 fueron suspendidos; a 77 se les autorizó el retiro voluntario de la Policía Nacional; 27 todavía continúan en proceso de evaluación y 736 fueron habilitados a continuar en el ejercicio de la función policial.

OTRAS ACCIONES DE LA COMISIÓN ESPECIAL

En el marco de las responsabilidades de la Comisión Especial, la misma ha presentado al Congreso nacional de la Republica sus recomendaciones al contenido del dictamen de la iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Policía Nacional y la propuesta de crear la Ley de Personal de la Carrera Policial; a criterio de los comisionados “el proceso de depuración policial no debe entorpecer la aprobación del paquete de reformas a la Ley Orgánica de la Policía Nacional, que en la actualidad es discutida en la asamblea legislativa, todo lo contario, debe acelerar que este instrumento jurídico sea finalmente promulgado”.

Se ha indicado por parte de los depuradores que “esta coyuntura no puede hacer olvidar que se requieren medidas integrales para poder garantizar una fuerte institucionalidad policial que enfrente a la criminalidad y delincuencia; las reformas a la Ley Orgánica de la Policía Nacional y la Ley de Personal de la Carrera Policial, deben ser aprobadas a fin de fortalecer los diferentes organismos policiales, propiciar una profunda transformación del Sistema de Seguridad Pública en Honduras y establecer el régimen disciplinario adecuado, formalizar procedimientos que privilegien los méritos y el buen desempeño a la hora de otorgar ascensos y realizar nombramientos, y respetar los derechos y exigir los derechos que le corresponden a los integrantes de la Policía Nacional”.

Asimismo, la Comisión Especial de Depuración y Transformación de la Policía Nacional, envió al MP, varios expedientes de las agentes de escala básica y altos oficiales de la Policía Nacional que fueron cancelados y que además sobre ellos pesa la sospecha y existen indicios de la supuesta comisión de ilícitos, actos corruptos y acciones delincuenciales; recientemente, la Comisión Depuradora entregó a las autoridades del MP, expedientes que contienen por lo menos 144 casos y denuncias que vinculan a 455 oficiales y agentes en la comisión de 28 presentes delitos.

Finalmente, pese a que todavía no está estructurado de forma definitiva un mecanismo de seguimiento a los agentes de escala básica y oficiales que han sido cancelados por la Comisión Especial, la misma ya esboza la configuración de una plataforma interinstitucional conformada por diferentes agencias de investigación criminal e inteligencia del Estado.

Se ha revelado que la idea toral de la iniciativa va encaminada a que dependencias especializadas de la Secretaría de Seguridad, Secretaría de Defensa, Ministerio Público (MP) y del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, coordinen, articulen y complementen esfuerzos en relaciona directa al mandato legal que tiene cada entidad.

Miembros de la Comisión Especial han indicado que “la idea es que se diseñe un plan de seguimiento a los policías depurados y sea implementado por las unidades de inteligencia de la Secretaria de Seguridad y la Secretaria de Defensa, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) del MP, y la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII) del Estado”. Además se mencionó que también es fundamental que otras dependencias estatales, como la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y el Instituto de la Propiedad (IP), aporten información clave sobre operaciones de los policías cancelados, para determinar actos reñidos con la Ley y vinculados a lavados de activos u otros delitos.

COMISIÓN ESPECIAL PARA LA DEPURACIÓN Y TRANSFORMACIÓN POLICIAL

La Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional fue creada mediante el Decreto Legislativo 21-2016, aprobado por el Congreso Nacional de la República, el que fue publicado en el Diario Oficial “La Gaceta” el 8 de abril, para redinamizar la estancada profilaxis y modernización de la Policía Nacional; el Decreto 21-2016 también declara emergencia nacional la depuración de la Policía Nacional y faculta a la Comisión, que durará un año, a separar a policías si no se reúnen los requisitos de idoneidad y confianza. Asimismo, el Poder Ejecutivo aprobó el Decreto Ejecutivo 29-2016, que le permite a la Comisión Especial y al Secretario de Seguridad, hacer una reestructuración en al andamiaje institucional de la Policía Nacional.

De acuerdo al decreto de emergencia aprobado por todas las facciones legislativas a inicios del mes de abril del presente año, la Comisión Especial en el proceso de depuración tiene las atribuciones 1) Determinar la idoneidad en el servicio como la confianza, capacidad, habilidad, aptitud, competencia, disposición y lealtad que debe poseer todo miembro de la carrera policial; 2) Implementar un mecanismo de seguimiento y supervisión de los procesos de los miembros de la Policía Nacional cancelados; 3) Remitir al Ministerio Público (MP) y al Tribunal Superior de Cuentas (TSC), los expedientes de las personas canceladas por la supuesta comisión de un ilícito; y, 4) Rendir Informe cada 3 meses al Congreso Nacional, sobre los avances del proceso de depuración.

Del mismo modo, el Decreto Ejecutivo No. PCM-029-2016 del 11 de abril del 2016, aprobado por el Presidente de la República en Consejo de Secretarios de Estado, publicado en el Diario Oficial “La Gaceta” el 12 de abril de 2016, autoriza a la Comisión Especial “para que proceda a la reestructuración inmediata de la Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad, personal auxiliar y civil y de la Policía Nacional, ejecutando un proceso de reestructuración, cancelando los Acuerdos del Personal o de los miembros de la Carrera Policial conforme los requerimientos técnicos, profesionales y administrativos que requiera la Institución, así como de aquel miembro o personal que no cumpla con cualquiera de las condiciones establecidas en el Decreto Legislativo Número 21-2016, como en el presente Decreto”.