Casi medio millar de hondureños murieron violentamente entre enero y junio, muchos durante el confinamiento absoluto por COVID-19

• Uno de cada tres homicidios se registró en el Distrito Central, San Pedro Sula y Choloma.
• Del total de las víctimas, 56% eran menores de edad o jóvenes.

Tegucigalpa. Casi medio millar de hondureños murieron de forma violenta entre enero y junio de 2020 solo en el Distrito Central, San Pedro Sula y Choloma, de acuerdo al Análisis del fenómeno criminal de homicidios (I semestre 2020) de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), presentado este lunes por la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ).

El estudio fue elaborado mediante una veeduría al monitoreo y análisis de la Unidad de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional, tomando en consideración los homicidios registrados durante el primer semestre del año en curso en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choloma, los tres municipios más violentos de Honduras.

En total, se contabilizaron 488 víctimas, equivalentes al 31% del total de los homicidios perpetrados a nivel nacional durante el período evaluado.

El análisis detalla que, tanto en Choloma como en San Pedro Sula, se reportó una reducción en los homicidios entre 2019 y 2020; sin embargo, en Tegucigalpa la cifra aumentó.

En el caso de Choloma, entre enero y junio de 2019 se reportó un total de 141 víctimas y para el mismo período de 2020, se contabilizaron 75.

Esto equivale a una disminución de 66 víctimas (46%). Para San Pedro Sula, durante el primer semestre de 2019 se registraron 206 víctimas de homicidio, mientras en 2020 la cifra se redujo a 148, lo que representa una reducción de 58 víctimas (28%).

Por el contrario, en Tegucigalpa fueron documentados 247 homicidios entre enero y junio de 2019, pero la cifra aumentó en 19 víctimas (8%), para un total de 266.

El flagelo sigue afectando principalmente a la población joven. De las 488 víctimas, 244 tenían entre 18 y 29 años y 169 entre los 30 y 50 años. Cabe señalar que el 85% de las víctimas (413) se encontraba en edad productiva y 56% corresponde a menores de edad y jóvenes.

En cuanto al género, 61 mujeres perdieron la vida de forma violenta en el primer semestre de 2020, lo que representa un 12.5% del total de víctimas. Además, se identificaron tres muertes violentas de miembros de la comunidad LGTBI, equivalente al 0.62% de los homicidios.

Homicidas usaron más armas de fuego y actuaron durante días de circulación restringida

La mayoría de las muertes violentas, el 73%, fueron perpetradas con armas de fuego (354), menos del 10% con arma blanca y las restantes con armas desconocidas.

De acuerdo a los registros, las causas principales de los homicidios fueron: pelea de territorio entre estructuras criminales, ajuste de cuentas, problemas personales, ajuste de cuentas por venta y distribución de drogas, robo o falta de pago de extorsión.

Por otro lado, destaca que, en el caso de Tegucigalpa, los días con mayor incidencia de homicidios en el segundo trimestre del año fueron los viernes, sábados y domingos, pese a la aplicación de confinamiento absoluto durante los fines de semana por parte de las autoridades como medida de prevención ante la pandemia de COVID-19. En San Pedro Sula, los días de mayor incidencia de homicidios fueron los lunes y jueves; en Choloma, los jueves, sábados y domingos.

En el marco de la presentación del informe, también fue lanzado el micrositio contandohomicidios.revistazo.com que recoge indicadores relevantes en la problemática de homicidios, entre ellas tasas por departamento, municipio, género, tipo de armas utilizadas. Además, recopila relatos de familiares, vecinos y amigos de las víctimas, con el propósito de humanizar las nefastas cifras, recordando que detrás de cada homicidio hay una historia que contar.

Plataforma Juvenil por la Democracia insta al Congreso Nacional a discutir de forma abierta, participativa y transparente la nueva Ley Electoral

Nosotros y nosotras, jóvenes pertenecientes a distintas organizaciones y regiones del país, representamos más del 40% de la población en Honduras, hemos sido víctimas de la violencia, desempleo, la falta de acceso a la educación, salud, no hemos tenido una representación efectiva en las instituciones democráticas, a pesar de que cada proceso electoral 600,000 nuevos jóvenes entran al Censo Nacional Electoral para participar en procesos electorales. Por medio de la juventud organizada es que se han visibilizado los errores cometidos en la toma de decisiones en el sector público y la necesidad de que la ciudadanía participe activamente en los procesos democráticos.

El lunes 7 de septiembre de 2020, la Secretaría General del Congreso Nacional recibió el dictamen de la nueva Ley Electoral para su discusión en el pleno de diputados y diputadas. Por este motivo, y dada la importancia que reviste la aprobación de esta ley previo a la convocatoria de las elecciones primarias prevista para el 13 de septiembre de 2020, las organizaciones suscritas en este posicionamiento se pronuncian con respecto a los siguientes puntos:

1. Deliberaciones participativas y transparentes. Dado que el Congreso Nacional efectuará la discusión sobre la nueva Ley Electoral por medio de sesiones virtuales, con el objetivo de garantizar el debate participativo y el acceso a la información pública:
– La efectiva participación en el debate de los diputados de las diferentes bancadas del Congreso, para evitar arbitrariedades en el uso de la palabra y promover el debate razonado sobre las disposiciones y los temas en los que no se han alcanzado consensos para su aprobación.
– La transmisión de estas sesiones por medio del canal oficial del Congreso Nacional y de sus redes sociales;
– La publicación del dictamen de la Ley Electoral y de las actas de las sesiones en las que se discuta y apruebe su contenido; y,
– Los resultados de las votaciones y la identificación del voto emitido por cada diputada y diputado propietario.

2. El enfoque ciudadano de la reforma. Durante los últimos años, a través de diferentes movilizaciones juveniles, organizaciones sociales e iniciativas ciudadanas, se han impulsado reformas estructurales para el sistema democrático hondureño. Por esta razón, es un imperativo que esta nueva Ley Electoral contenga disposiciones que resuelvan demandas ciudadanas como: la segunda vuelta electoral, la fiscalización del financiamiento político, la actualización del Censo Nacional Electoral, la integridad en el sistema de transmisión de resultados, la participación política de las mujeres y el abordaje de la reelección presidencial desde una perspectiva técnica, constitucional y deliberativa. Estas reformas contribuirían a fortalecer la confianza y legitimidad ciudadana sobre el proceso electoral, sus resultados, y a evitar conflictividad y polarización social.

La reconstrucción de la política y la democracia hondureña pasa por lograr inclusión real de la juventud en la discusión de temas de interés nacional, en la que se dé la convergencia de ideas y opiniones entre todos los sectores de la sociedad. El inicio del proceso electoral, con su convocatoria realizada a partir del 13 de septiembre requiere la confianza y legitimidad ciudadana necesaria para que los órganos del sistema electoral dispongan del marco legal que les permita cumplir con sus deberes, y para que los ciudadanos hagan efectivo el ejercicio de sus derechos políticos.