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Difícil acceso a información y falta de política para atender delitos contra grupos vulnerables revelan diagnósticos de seguridad y justicia

  • Los informes fueron elaborados por la plataforma juvenil de la Alianza por la Paz y la Justicia.
  • Violencia doméstica, violencia intrafamiliar y robo entre los ilícitos más denunciados por la población.

Tegucigalpa. Falta de transparencia para el acceso a la información y la inexistencia de una política integral de atención de delitos contra mujeres, jóvenes y niños, destacan entre los hallazgos de los Diagnósticos Municipales de Seguridad y Justicia, presentados este miércoles por la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ).

Los diagnósticos presentados fueron elaborados por la Plataforma Juvenil de la APJ en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Santa Rosa de Copán, con el propósito de generar una visión local de la problemática, eficiencia, capacidades y retos en las instituciones del sistema de seguridad y justicia.

A través de conocimiento técnico, se busca involucrar a los jóvenes en el desarrollo de herramientas de investigación colectiva de las problemáticas sociales, para la definición de acciones y planes de incidencia ante los tomadores de decisiones.

En ese sentido, la Alianza por la Paz y la Justicia insta a las instituciones del sistema de seguridad y justicia a mejorar los mecanismos de solicitud de información pública, ante la falta de delegados departamentales o regionales para tal fin y la dificultad de realizar un seguimiento efectivo de la situación actual de las comunidades en la materia.

Además, cuestionan la inexistencia de una política nacional e integral de seguridad que incluya la atención particularizada de la problemática de violencia que afecta a los grupos vulnerables, especialmente la juventud.

Y es que, de acuerdo a los estudios expuestos, son los jóvenes – especialmente aquellos en las edades entre 15 y 25 años – quienes conforman el segmento de la población hondureña más afectado por la criminalidad, principalmente por los homicidios. Sin embargo, plantean que “las instituciones a cargo de ofrecer seguridad y justicia no han profundizado de manera específica sobre esta grave problemática y, por tanto, no han ofrecido soluciones o respuestas que confronten específicamente estas condiciones de violencia que sufre este segmento poblacional”.

En noviembre de 2019, organizaciones de sociedad civil agrupadas en la APJ solicitaron a las autoridades reformar la Política Nacional de Prevención de Violencia hacia la Niñez y la Juventud en Honduras. La solicitud fue entregada a representantes de la Secretaría de Estado en el Despacho Seguridad, a través de la Subsecretaría de Prevención; la Secretaría de Estado en el Despacho de Derechos Humanos, Consejo de Prevención de la Violencia (COPREV) y Red Parlamentaria de Jóvenes del Congreso Nacional.

Entre otros delitos frecuentemente denunciados en los municipios enlistados, los diagnósticos locales apuntan, además del robo, violencia intrafamiliar, lesiones, amenazas, portación ilegal de armas y el tráfico ilícito de drogas. Así como las infracciones a la Ley de Violencia Doméstica.

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APJ presenta los diagnósticos locales de seguridad y justicia

Organizaciones civiles de San Pedro Sula presentan resultados de veedurías ciudadanas a postas policiales

  • Veedores presentaron una serie de recomendaciones encaminadas a fortalecer las capacidades de los miembros de la Policía Nacional y la institucionalidad.

San Pedro Sula. Organizaciones de sociedad civil capacitadas por la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) presentaron los resultados de las veedurías ciudadanas efectuadas a postas policiales de San Pedro Sula.

El proyecto es impulsado por la APJ con el objetivo de empoderar a miembros de la sociedad civil hondureña para la verificación de indicadores de desempeño en instituciones públicas del sistema de seguridad y justicia.

En primera instancia, las organizaciones civiles realizaron veedurías a postas policiales de cuatro ciudades: Tegucigalpa, San Pedro Sula, Tela y La Ceiba. A raíz de estos procesos de auditoría social fueron levantados informes que permiten identificar falencias y fortalezas que permitan mejorar los servicios brindados por la Policía Nacional.

En el caso de San Pedro Sula, participaron las organizaciones: Asociación de Personas con Retos Especiales de Honduras (APREH), Centro de Educación Prevención en Salud, Sexualidad y Sida (CEPRES), Foro Nacional de Sida (FOROSIDA), Warriors Zulu Nación Honduras (WZNH), Fundación Amigos sin Fronteras (FUASIF) y la Asociación Feminista Trans (AFET-Trans).

La información fue recopilada mediante diferentes instrumentos en los distritos policiales de las Unidades Metropolitanas de Prevención (UMEP) número 6 y 8, las cuales atienden aproximadamente a 660 mil personas.

Los participantes explicaron que “el objetivo de realizar la auditoría social a la Policía Nacional es evaluar las obras físicas, recursos humanos, recursos materiales y eficiencia, así como los impactos o afectación en la calidad de vida de los pobladores de las comunidades a cargo de estas unidades policiales”.

El informe de los veedores sociales señala varios problemas que deben ser abordados en el plan de acción de la institución uniformada, entre estos: violencia familiar hacia niños con discapacidad, falta de actividades preventivas en temática de violencia juvenil en maras y pandillas en la capital industrial y violencia generalizada hacia las personas LGBTI.

En ese sentido, propone el fortalecimiento de capacidades del recurso humano de Policía Nacional, con capacitación enfocada en atención a personas con discapacidad, población LGTBI, juventud vulnerada, mujeres víctimas de violencia y minorías étnicas; así como reforzar las acciones del plan operativo integral de convivencia y seguridad ciudadana en la Municipalidad sampedrana para reducir los índices de violencia.

APJ exige más presupuesto para el Ministerio Público y Poder Judicial

  • Informe destaca necesidad de un análisis y reestructuración de la asignación presupuestaria para lograr mayor equidad en la distribución de recursos y de esta manera fortalecer el ciclo y tiempo de respuesta del sistema de justicia.

La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), cuestionó que las asignaciones presupuestarias destinadas a financiar al Ministerio Público (MP) y Poder Judicial, son mucho más bajas que las que se destinan a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional.

En un informe hecho público en los municipios de Santa Rosa de Copán, departamento de Copán; y San Pedro Sula, en Cortés la plataforma ciudadana indicó que “al realizar la comparación del crecimiento porcentual entre el Presupuesto General y los presupuestos de las diferentes instituciones del Sistema de Defensa, Seguridad y Justicia del país, en los últimos 12 años, se observa, como el presupuesto para la Secretaría de Defensa, es superior al incremento que han tenido las otras entidades.

Russlan Espinal, Coordinador de la Unidad de Derechos Humanos de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), quien presentó la investigación, dijo quese muestra un trato diferenciado al asignar más recursos a la Secretaría de Defensa, que la coloca en ventaja para ejecutar operaciones y fortalecer sus capacidades logísticas”. Adicionó, que el resto de las entidades del Sistema de Defensa, Seguridad y Justicia no han sido tan afortunadas; si bien es cierto, a partir de la implementación del proceso de reforma policial, la Secretaría de Seguridad, empezó a recibir mayores recursos que en el pasado, no son tantos como los que recibe la SEDN”.

“Las que menos asignaciones reciben y menores incrementos experimentan son los presupuestos del Ministerio Público (MP) y el Poder Judicial” reveló.

Espinal exteriorizó que “estos bajos incrementos son inaceptables, pues estos operadores de justicia son vitales para luchar contra la impunidad; se necesita que se les asignen más presupuesto”.

La investigación muestra que “el Presupuesto General de la República de Honduras, en el periodo 2006-2018 mostró un crecimiento de 464.5%, pasando de Lps. 42 mil 996 millones a Lps. 242 mil 733 millones”; entre tanto, la Secretaría de Defensa incrementó su presupuesto en 664.7%, pasando de Lps. 1 mil 41 millones a Lps. 7 mil 959 millones.

La Secretaría de Seguridad, en el período analizado, pasó de recibir Lps. 1 mil 817 millones en el año 2006  a Lps. 6 mil 584 millones en este 2018, para un incremento del 262.3%.

Por otro lado, pese a que el incremento experimentado por el MP, en estos últimos 12 años fue de 371.3%, las asignaciones monetarias son muy bajas respecto a las demás instituciones del Sistema de Defensa, Seguridad y Justicia; por ejemplo, mientras en el año 2018 el presupuesto de la Secretaría de Defensa y Secretaría de Seguridad son de  Lps. 7 mil 959 millones y Lps. 6 mil 584 millones, la asignación anual del MP es de apenas Lps. 1 mil 886 millones.

Ese es el mismo caso del Poder Judicial, que ha visto incrementado su presupuesto de Lps. 1 mil 69 millones en 2006 a Lps. 2 mil 435 millones, apenas un aumento de 127.7% en 12 años.

El mismo tratamiento diferenciado se refleja en la asignación de recursos de la Tasa de Seguridad Poblacional, la que en los últimos ha asignado mayor cantidad de recursos a la Secretaría de Defensa y Secretaría de Seguridad, marginando de cuantiosas asignaciones al MP y Poder Judicial.

RECOMENDACIONES

Finalmente, durante la presentación del informe que se tituló Evolución Histórica del Presupuesto del Sistema de Defensa, Seguridad y Justicia en Honduras 2006 – 2018, el asesor jurídico de la APJ, Mario Cañas, planteó que “el Gobierno, debe realizar un análisis y reestructuración de la asignación presupuestaria, generando a través de ello, mayor equidad en la distribución de recursos y de esta manera fortalecer el ciclo y tiempo de respuesta del sistema de seguridad y justicia; de la misma manera, debe procurar aumentar la transparencia en la gestión presupuestaria y rendir cuentas periódicamente, garantizando el derecho de acceso a la información pública”.

“Los niveles de inversión en seguridad y justicia, deben dirigirse a las dependencias que realmente requieren niveles de financiamiento para sus resultados y se debe garantizar que los recursos asignados sean manejados por unidades certificadas, es decir, unidades donde se hayan implementados procesos de depuración” señaló.

En su último punto, Cañas, “demandó mayor asignación presupuestaria para los programas de prevención de la violencia y atención a grupos colocados en situación de vulnerabilidad”.

 

 

Alianza por la Paz y la Justicia, seis años trabajando por la seguridad y justicia de Honduras

  • Desde sus inicios la Alianza por la Paz y la Justicia ha trabajado en generar espacios de participación ciudadana para un desempeño eficaz y eficiente del sistema de justicia y seguridad en Honduras.
  • En 2018, la APJ mantiene su compromiso de impulsar un proceso dinámico de reforma y fortalecimiento de la institucionalidad pública.

Tegucigalpa. La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) surgió en 2012 en medio de un ambiente de violencia generalizada y marcado por crímenes perpetrados por miembros de la seguridad pública.

Desde entonces su propósito como plataforma de sociedad civil es demandar un efectivo y verdadero proceso de reforma en la seguridad pública de Honduras, con una policía preparada y confiable, una Fiscalía eficiente y una Corte Suprema de Justicia objetiva y ágil.

Como resultado de los constantes señalamientos de esta coalición de organizaciones de sociedad civil de la urgente necesidad de implementar acciones de profilaxis y reingeniería en la institución policial, en abril de 2016 el gobierno de Honduras crea la Comisión Nacional de Depuración y Transformación de la Policía Nacional, con el objetivo de impulsar un proceso de evaluación de idoneidad de los miembros de la institución policial.

La Comisión Depuradora conformada por representantes de la sociedad civil y miembros del gobierno, impulsó procedimientos que dieron lugar a la salida obligatoria de policías vinculados al crimen organizado y narcotráfico, así como aquellos que no reunían un perfil idóneo y de moralidad que garantizara un servicio digno a la población.

A la fecha 4,925 policías salieron de la Policía Nacional por medio de la actuación de la Comisión de Depuración. La iniciativa incluyó el impulso y la aprobación de una nueva estructura orgánica, una nueva ley de policía y nueva ley de la carrera policial.

La plataforma ciudadana representada en la APJ también ha contribuido en fortalecer las capacidades de la población en la temática de seguridad y justicia, por lo que a través de los procesos formativos de Seguridad 101, jóvenes de los municipios de Siguatepeque, Comayagua, Santa Rosa de Copán, San Pedro Sula, Catacamas, El Progreso y Tegucigalpa participaron en las jornadas de capacitación.

En 2017, más de 250 jóvenes pertenecientes a los capítulos regionales fueron instruidos sobre el contexto y entorno de la realidad de Honduras en la temática de seguridad y justicia.

Para 2018, la Alianza por la Paz y la Justicia aposta sus objetivos al fortalecimiento institucional del Ministerio Público y el Poder Judicial por medio de acciones que permitan una elección transparente del Fiscal General de la República, hacer más eficientes los procesos de selección de jueces y magistrados, impulsar las reformas provenientes de la gestión de la Comisión Nacional de Depuración y Transformación de la Policía Nacional y continuar con el empoderamiento ciudadano por medio del robustecimiento de los capítulos regionales de la APJ.

La APJ mantiene su compromiso de impulsar un proceso dinámico de reforma y fortalecimiento de la institucionalidad pública en materia de seguridad y justicia en el país.

Acerca de la APJ

La APJ está conformada por más de 20 organizaciones de sociedad civil, entre las que destacan la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH), el Grupo Sociedad Civil (GSC), la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes y Jóvenes y sus Derechos (COIPRODEN), la Pastoral Social Cáritas de Honduras, la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), World Visión Honduras (WVH), la Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia MOPAWI, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Transformemos Honduras (TH), el proyecto Aldea Global, movimiento Jóvenes Contra la Violencia (JCV), Comunidad Cristiana de Liderazgo, Alianza por el Dialogo, la Fundación Alfredo Landaverde, la Asociación para de Familiares y Víctimas de la Violencia, la organización Predicar y Sanar (PREDISAN), RED VIVA HONDURAS y el Espacio Regional de Occidente EROC.

 

 

 

Capítulo Regional de APJ conoce avances y desafíos en materia de seguridad y justicia en Catacamas

  • En Catacamas, la APJ es representada por medio de su organización aliada PREDISAN.
  • APJ socializó resultados del Índice APJ.

En el marco del proceso de regionalización de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), dirigentes de organizaciones de la sociedad civil del municipio de Catacamas, en el departamento de Olancho,  sostuvieron una reunión con funcionarios del Poder Judicial, Ministerio Público, Policía Nacional y Militar, Medicina Forense y Defensa Pública de esa localidad con el objetivo de conocer los avances y desafíos en materia de recurso humano, infraestructura y logística con los que actualmente operan estas instituciones.

En el encuentro la plataforma ciudadana APJ socializó los avances que en materia de depuración policial se  han obtenido por medio del trabajo que realiza la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional.

Es importante destacar que desde su creación la APJ ha demandado de las autoridades mayor compromiso y voluntad política para revitalizar el proceso de depuración policial y castigar a los uniformados que se han vinculado a actos criminales y en redes delictivas.

Además, en la reunión que se realizó mediante la instalación de una mesa bipartita fueron compartidos los resultados del Índice APJ, herramienta que establece indicadores en materia de transparencia, impunidad, recurso humano, resultados y fortalecimiento institucional.

Con la reactivación de estos encuentros pudo reformularse la línea de trabajo del capítulo regional de APJ en Catacamas, trabajo que estará orientado a potenciar las acciones de una comisión interinstitucional de los operadores de justicia y seguridad, para generar un espacio de seguimiento el cual será liderado por la organización Predicar y Sanar PREDISAN, organización miembro de APJ.

En ese sentido, la plataforma ciudadana APJ reafirmó su compromiso de efectuar acciones de incidencia que permitan agilizar la construcción de una morgue en la ciudad de Catacamas, para beneficio de todo el departamento de Olancho; así como impulsar la asignación de mayor recurso humano en los Juzgados, Ministerio Público y Policía Nacional.

Con la instalación de estas mesas bipartitas, la APJ busca fortalecer la participación activa de la ciudadanía en las intervenciones de auditoria social e incidencia política en los procesos de depuración, reforma y fortalecimiento de las entidades operadoras de justicia, a fin de que puedan mejorar su desempeño institucional y la efectividad en la lucha contra la delincuencia común y crimen organizado.

LPS. 158 Millones se han pagado a policías depurados

Más de 158 millones de lempiras se han pagado en concepto de prestaciones laborales y derechos adquiridos a altos oficiales que han sido cancelados, en los primeros 6 meses de implementación del proceso de emergencia de depuración policial.

Omar Rivera, miembro de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional, informó que, hasta la fecha, “se han pagado más de Lps. 158 millones por prestaciones laborales, indemnizaciones y derechos adquiridos a altos oficiales y agentes de escala básica que han sido cancelados por la Secretaría de Seguridad”.

“Todos los que han sido cancelados como consecuencia del proceso de reestructuración institucional de la Policía Nacional han recibido sus respectivas indemnizaciones; a nadie se le han violentado sus derechos laborales, en todos los casos se ha respetado el debido proceso, la mayoría de ellos ha recibido satisfecho sus respectivas prestaciones” aseguró el depurador.

Recientemente, la Comisión Especial comunicó que los policías sometidos a evaluación que habían sido cancelados pudieron haber salido de la institución por dos vías, la de cancelación por despido o la de cancelación por reestructuración. El despido se da cuando se ejecuta el acto administrativo que permite la cancelación por causa justificada, sin responsabilidad económica para la institución, y previa audiencia de descargo; mientras que la cancelación por reestructuración es la causa de orden técnico administrativo legal, ajena a la voluntad personal o del miembro de la Policía Nacional, sujeto a la cancelación de su relación de prestación del servicio, cancelándole los derechos que conforme a la legislación le corresponden.

Según el Decreto Legislativo No. 21-2016 aprobado por el Congreso Nacional de la República el 7 de abril de 2016, se dispuso, el artículo 2 “autorizar al Poder Ejecutivo para que, mediante el Secretario de Estado en el Despacho de Seguridad, proceda a cancelar la relación laboral con cualquiera de los miembros de la Policía Nacional en las decisiones adoptadas en el proceso de depuración con la responsabilidad de pagar los derechos que conforme a la legislación nacional corresponda; se indicaba el dicho artículo que “son justas causas de cancelación por despido de cualquiera de los miembros de la Policía Nacional la falta de idoneidad para el ejercicio de su función o la pérdida de confianza”. Además, se establece que “el Poder Ejecutivo en el caso de retiro voluntario procederá al reconocimiento y pago de derechos laborales y prestaciones sociales para los cuales podrá establecer convenios de pago”.

Del mismo modo, fue decisión de la asamblea legislativa “autorizar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas crear las partidas presupuestarias correspondientes para el registro del pago de los pasivos laborales que se deriven de la ejecución del presente Decreto y asimismo se le autoriza para que pueda contratar el Banco Estructurador y el Banco Pagador de los bonos soberanos que coloque en el mercado nacional o internacional”; asimismo, “para el cumplimiento del pago de los derechos laborales la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas lo cargará al límite de crédito interno autorizado en el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República. En caso que se requieran mayores recursos se requerirá una ampliación presupuestaria que deberá presentar al Congreso Nacional para su aprobación”.

MÁS 1,000 POLICÍAS DEPURADOS EN 6 MESES DE GESTIÓN DE LA COMISIÓN ESPECIAL

Desde que –hace 6 meses- el Presidente de la República, Juan Orlando Hernández, juramentara a la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional, ya han sido 1,817 los policías que han sido sometidos a evaluación a fin de determinar la idoneidad y confianza de los mismos para continuar formando parte de esa institucional gubernamental.

Los 1,817 policías evaluados pertenecen a diferentes niveles, de los cuales 9 pertenecen al rango de General, 47 son Comisionados, 108 Subcomisionados, 108 Comisarios, 154 Subcomisarios, 241 Inspectores, 497 Subinspectores, 179 Suboficiales, 430 agentes de escala básica y 44 auxiliares.

De los policías sometidos a evaluación, la Comisión Especial tomó la decisión de excluir de la estructura a 1,040 de ellos, ya sea como consecuencia del proceso de reestructuración, por despido con justa causa o autorizando su retiro voluntario; del mismo modo, determinó incorporar a la recién aprobada nueva estructura policial, a 736 altos oficiales y agentes de escala básica de la Policía Nacional.

Quedan todavía en proceso de evaluación 27 policías y 14 suspendidos para facilitarles a otros operadores de justicia la realización de investigaciones, juzgamientos y sanciones por la comisión de actos reñidos con la Ley.

Nadie debe tener privilegios

  • Depuración, reforma y renovación debe implementarse en todas las instituciones del sistema de seguridad, defensa y justicia del país.

Omar Rivera, miembro de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional, consideró «predecible, oportuna y pertinente» la suspensión impuesta a los dos capitanes de las Fuerzas Armadas de Honduras, que fueron señalados -por el gobierno de los Estados Unidos de América- de tener nexos con el narcotráfico.

Rivera, indicó que «es una medida necesaria para que las investigaciones puedan realizarse sin interferencia».

«Nadie debe gozar de privilegios y todo aquel que es señalado de un acto ilegal debe ser investigado con rigor, y de encontrarse evidencia que ha cometido un delito, debe -también- ser sometido a juicio expedito y a sanción ejemplar» señaló el depurador.

Finalmente, el dirigente de la sociedad civil dijo que la «depuración, reforma y renovación debe implementarse en la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Ministerio Público y Poder Judicial; no basta con hacer la profilaxis y la reingeniería en la Policía Nacional, debemos asegurarnos que se cuenta con militares, fiscales y jueces honestos y competentes».

Jóvenes capitalinos exigen mejor desempeño de Operadores de Justicia

Jóvenes universitarios y cristianos del Municipio del Distrito Central (MDC), exigieron, este fin de semana, a los titulares de las diferentes entidades operadores de justicia un mejor desempeño institucional y la implementación de políticas públicas que garanticen el pleno goce de los derechos humanos y libertades individuales de segmentos históricamente olvidados por la institucionalidad estatal, tal es el caso de la niñez, adolescencia y juventud.

En el marco de la jornada, denominada Seguridad 101, celebrada en un hotel capitalino y auspiciada por la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), más de 50 jóvenes exigieron a la Policía Nacional, Ministerio Público (MP) y Poder Judicial, aumentar la cobertura de sus servicios y proceder de inmediato al nombramiento de personal especializado en atender las demandas de los grupos colocados en situación de vulnerabilidad frente a la violencia, criminalidad y delincuencia.

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Omar Rivera – coordinador de la Alianza por la Paz y la justicia hablando sobre labor de APJ en Honduras

La APJ, con apoyo de la organización europea Viva Dinamarca, llevó a cabo esta jornada de capacitación, destinada a que jóvenes que realizan sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y forman parte de los programas y proyectos de la organización cristiana Red Viva, para que ellos puedan conocer sobre la actual situación del país en materia de seguridad, cuales son los factores causa de la impunidad imperante en el territorio nacional y cómo funciona el sistema de seguridad y justicia en la nación; la actividad formativa está focalizada en desarrollar capacidades y transferir conocimientos a jóvenes pertenecientes a movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil, redes juveniles de iglesias e instituciones académicas.

Este proceso de capacitación se ha venido realizando en municipios en los cuales funcionan los Capítulos Locales de la APJ, siendo estos Santa Rosa de Copán, Comayagua, El Progreso, Catacamas y San Pedro Sula, Cortés.

Alianza por la Paz y la Justicia (APJ)

La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), se fundó en el año 2012, y se constituye en una coalición de organizaciones no gubernamentales de desarrollo, redes de organizaciones de sociedad civil, sindicatos y gremios, iglesias e instituciones académicas, víctimas y familiares de víctimas que realizan auditoría social y veeduría ciudadana al desempeño de las entidades operador as de seguridad y de justicia en Honduras.

La APJ tiene como visión “una Honduras de paz, seguridad y justicia sobre la base de una buena gestión del Sistema de Justicia y Seguridad hondureño con respeto a los derechos humanos y la transparencia; de igual manera, la misión institucional de la APJ es convertirse en una alianza de organizaciones y redes de la sociedad civil que realiza auditoría social, incidencia política y genera espacios de participación ciudadana inclusiva para un desempeño eficaz y eficiente del Sistema de Justicia y Seguridad de Honduras.

 

Presupuesto de operadores de seguridad, defensa y justicia debe ser elevado

Tegucigalpa. “El Congreso Nacional de la República debe aumentar el presupuesto del sistema de seguridad y justicia para el ejercicio fiscal 2017”, ha declarado Omar Rivera, miembro de la Comisión Especial para el proceso de depuración y transformación de la Policía Nacional.

Rivera, indicó que durante la rendición de cuentas que se realizó ante la Junta Directiva del Poder Legislativo y los jefes de bancadas parlamentarias, la Comisión Especial solicitó a los diputados “fortalecer las capacidades de la institucionalidad estatal, lo que implica incrementar y distribuir de forma equitativa el presupuesto de las instituciones que conforman el sistema de seguridad, defensa y justicia del país”.

El representante de la sociedad civil manifestó que “se debe continuar fortaleciendo las capacidades de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas para que enfrenten al crimen organizado, redes transnacionales, carteles del narcotráfico y la delincuencia común, así como garantizar el cumplimiento constitucional de transferir el 3% del Presupuesto General al Poder Juridicial y hacer sostenible recursos a las nuevas unidades recién creadas, tal es el caso de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII).

Modernizar el marco jurídico

Del mismo modo, el depurador pidió a los diputados aprobar de inmediato el paquete de reformas a la Ley Orgánica de la Policía Nacional y la nueva Ley de Personal de la Carrera Policial.

“El proceso de depuración policial no debe entorpecer la aprobación del paquete de reformas a la Ley Orgánica de la Policía Nacional que en la actualidad es discutida en la asamblea legislativa. Estas reformas a la Ley Orgánica y la aprobación de la Ley de la Carrera Policial deben ser aprobadas a fin de fortalecer los diferentes organismos policiales, propiciar una profunda transformación del Sistema de Seguridad Pública en Honduras y establecer el régimen disciplinario adecuado”, expresó el también coordinador general de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ).

Y añadió que dichas reformas permitirán “formalizar procedimientos que privilegien los méritos y el buen desempeño a la hora de otorgar ascensos y realizar nombramientos, así como respetar los derechos y exigir los derechos que le corresponden a los integrantes de la Policía Nacional”.

Omar Rivera indicó que “si bien es cierto en el corto plazo se debe impulsar una depuración de emergencia, en el mediano y largo plazo deben fortalecerse las capacidades de las unidades de control interno, entidades fiscalizadoras y contraloras del Estado e instituciones operadoras de justicia, para que puedan prevenir, investigar, judicializar y castigar a los agentes de escala básica y altos oficiales de la Policía Nacional que se dedican a cometer actos reñidos con la Ley”.

Krizzia Chávez, aún hay confianza para nuestra Policía

Krizzia Chávez, siempre le llamo la atención los temas relacionados a la seguridad del país. Es más, su motivación por estos temas le hizo formar parte del proceso formativo “Seguridad 101”, a través del capítulo regional de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) en San Pedro Sula.

Krizzia recuerda que cuando conversaba con su familia o grupo de amigos, notó que la mayoría de las personas criticaban y señalaban a los policías, culpándolos directamente por los problemas de delincuencia e inseguridad que ocurrían en el país; fue ahí cuando buscó conocer más a fondo sobre la situación en la que se encuentra la institución policial.

“Me indigna que la gente critique sin saber realmente que es lo que pasa con nuestra Policía Nacional”

Es de esta manera, que motivada por su interés de conocer más a profundidad sobre el sistema de seguridad de Honduras, y el desafío en el tema de la depuración policial, Krizzia recibe cada uno de los módulos de “Seguridad 101”, luego de ser invitada a participar, por uno de sus catedráticos en la universidad.

“Durante la jornada me di cuenta cómo estábamos en el proceso de la depuración policial, el por qué habíamos estado fallando en este desafío; pero también pude entender las múltiples debilidades por las que atraviesa nuestra policía” dijo Krizzia, al tiempo que agregó “yo veo como los militares tienen más presupuesto, armas y equipo y no entiendo por qué le exigimos tanto a nuestra policía si al final ellos no cuentan con un sueldo justo, ni tienen lo necesario para hacer correctamente su trabajo”.

La joven de 20 años, comparte que su mayor aspiración es que los hondureños puedan ver a la policía sin miedo y con la confianza de que puedan servir y proteger a la población, como es su deber; “anhelo que la policía de mi país haga bien su trabajo, pero también espero que las autoridades les den lo que necesitan para que ellos puedan hacerlo bien” añadió.

Acerca de “Seguridad 101” Captura de pantalla 2016-06-13 a las 11.30.43 a.m.

En el año 2015, la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) inicia el proceso de formación denominado “Seguridad 101”; programa destinado a desarrollar las capacidades de dirigentes de organizaciones no gubernamentales, academia e iglesias, para que realicen efectivas intervenciones de auditoría social e incidencia política ante los tomadores de decisiones del sistema de seguridad y justicia en el país.