Rivera sobre informe de NYT: El llamado a ejercer la acción penal es el Ministerio Público

Nota tomada de Proceso.hn

Tegucigalpa – Uno de los miembros de la Comisión Especial de Depuración de la Policía hondureña, Omar Rivera, habló ampliamente sobre la información difundida el fin de semana por The New York Times (NYT) que involucra a altos oficiales en el asesinato de los zares antidrogas Alfredo Landaverde y Julián Arístides González, y dijo que la acción penal pública le corresponde a la Fiscalía hondureña.

– Estamos empezando de arriba hacia abajo en este proceso de identificar la idoneidad de los miembros de la carrera policial, dijo.

En entrevista con Proceso Digital, el miembro de Sociedad Civil aseveró que los detalles del trabajo periodístico del medio norteamericano únicamente confirman muchas teorías que se divulgaron desde hace algún tiempo en Honduras.

“Ahora estoy muy interesado en que se pueda determinar la existencia de este informe y creo que cualquier autoridad que tenga en su poder el documento debe remitirlo de inmediato a la Comisión Especial”, sugirió.

Rivera exteriorizó que “en el ámbito de las competencias haremos nuestro trabajo, vamos a realizar una labor para determinar la idoneidad o no de los miembros de la carrera policial, en tal sentido procurando saber si estas personas están involucradas en estos actos criminales. No hay duda que el llamado aquí para ejercer la acción penal le corresponde al Ministerio Público”.

En una amena plática con este medio de comunicación, Omar Rivera no se anduvo con ambages para decir que no tiene amigos en la Policía Nacional y que tampoco hay temor por integrar la Comisión de Depuración, junto al pastor Alberto Solórzano y la abogada Vilma Cecilia Morales.

Sin embargo, aclaró que las aseveraciones a continuación forman parte de una visión muy personal y no necesariamente es la versión de la Comisión Especial.

Proceso Digital (PD): ¿Cómo han sido estos días desde el papel de depurador de la Policía?  

Omar Rivera (OR): Valoro como positivo que la iniciativa que presentó el titular del Poder Ejecutivo haya sido respaldada por todas las bancadas y declarado emergencia un tema tan relevante como la depuración policial y que de alguna manera se haya satisfecho una demanda ciudadana, que hemos venido acompañando desde distintas organizaciones de sociedad civil en torno a que debe existir una verdadera profilaxis en el cuerpo del orden.

El hecho que nos haya dado la oportunidad de participar en este proceso representa, primero, una honra y la consideramos una extraordinaria oportunidad no solamente para sacar a los más malos, sino para apoyar a los mejores.

La Comisión fundamentalmente en estos primeros días ha estado concentrada en obtener la mayor cantidad de información, recopilar datos relacionados a la trayectoria y desempeño de los miembros de la carrera policial. Hemos mandado el mensaje claro a la población de que vamos a actuar de manera expedita bajo el rigor técnico amparado nuestras decisiones, asimismo hemos decidido empezar de arriba hacia abajo en procura de determinar si los oficiales y agentes que laboran en la Policía Nacional cumplen el perfil de idoneidad.

PD: ¿Es peor la situación interna de la Policía de lo que se esperaba de acuerdo a estos primeros días como depurador? 

Omar-Rivera-APJ-ASJOR: Lo que sí puedo destacar como grave y es peor a la situación de lo que me imaginaba es que a lo largo de las últimas décadas en que el Policía Nacional se descuidó mucho el registro de los actos, comportamiento y desempeño de los miembros de la carrera policial.

Si estábamos preocupados por el mediocre desempeño de la Policía, si nos preocupaba la irresponsabilidad de muchos agentes y oficiales, hoy estamos mucho más preocupados porque todo eso no ha sido debidamente registrado, todo eso no ha sido debidamente documentado, todo eso no forma parte lamentablemente de los expedientes de mucho oficiales, lo que dificulta la labor de cualquier comisión que pretenda con todos los elementos del caso, evaluar e investigar a los miembros de la institución policial.

PD: Al darse cuenta de todo esto, ¿ahora existe más temor de su parte? 

OR: No tengo temor, no tengo miedo. La verdad que ha sido un trabajo que hemos desempeñado los últimos años y después de todo ese esfuerzo no vamos a tener hoy alguna limitación u obstáculo para hacer nuestro trabajo como lo hacíamos antes.

Si no existía miedo antes, mucho menos ahora que se nos da la oportunidad de tomar decisiones, más aún cuando hemos visto que los partidos políticos -inclusive los de oposición- y los titulares de entes operadoras de justicia nos han manifestado la voluntad de hacer efectiva la depuración. También debo mencionar el acompañamiento de los medios de comunicación y me siento más fortalecido de formar parte de una Comisión que surge del clamor popular… ahora nos toca dar resultados en el corto plazo, garantizar que construiremos una mejor Policía.  

PD: ¿Y en estos días ha habido llamadas intimidatorias o de otra índole para sugerirle como hacer su trabajo? 

OR: No he tenido la oportunidad ni el tiempo de estar recibiendo muchas llamadas telefónicas. Sí hemos recibido algunas comunicaciones, pero para manifestarnos la disposición de colaborar. Hay muchos agentes de escala básica y oficiales de escala intermedia que se comunican con uno para manifestar que están en la condición de apoyar la reingeniería en la Policía Nacional.

Sin embargo, amenazas u otro tipo de amedrentamientos no las he recibido.

PD: ¿Tiene amigos dentro de la Policía hondureña? 

OR: No. En realidad yo no tengo amigos personales en la Policía. Sí tengo muchísimos conocidos por el trabajo en el cual nos hemos desempeñado, es decir, no tengo amigos fraternos que puedan en determinado momento hacerme perder la objetividad.

Sí conozco a muchísimos buenos profesionales en la Policía Nacional, así como conozco otros que lamentablemente no han tenido un buen desempeño. Pero, de lo que se trata ahora es mediante un procedimiento riguroso, evaluar los expedientes y determinar si son idóneas, si son dignos de confianza o no pueden continuar en la institución.

PD: ¿Conocía Omar Rivera el informe que publicó The New York Times?  

OR: No, solamente conocía lo publicado en un diario capitalino. Estoy sorprendido de que muchas de las cosas que ahora aparecen coinciden con las publicaciones hechas en Honduras.

Repito, oficialmente no tenía información al respecto. Hoy, sí realmente estoy muy interesado en que se pueda determinar la existencia de este informe y creo que cualquier autoridad que tenga en su poder el documento debe remitirlo de inmediato a la Comisión Especial.

PD: Desde el punto de vista de la Comisión, ¿siente que se allana el camino tras la publicación del diario norteamericano? 

OR: Siento que existe voluntad por parte de muchos sectores de la institucionalidad pública de cumplir a cabalidad su responsabilidad de investigar y determinar la veracidad o no de las versiones que surgen en ese informe.

Alrededor de todo este proceso de depuración hemos encontrado una especie de revitalización, entusiasmo generalizado para que esto tenga éxito. Creo que información como esta que ha surgido en The New York Times obligan a las autoridades a dar una respuesta inmediata.  

PD: ¿Esta publicación internacional asegura que efectivamente existe el informe que todos los actores dicen desconocer? 

OR: Eso esperamos, ojalá las autoridades lo tengan en su poder. Vamos a auscultar si en algún archivo de la institucionalidad pública, dentro o fuera de la Secretaría de Seguridad y Policía Nacional si el informe existe y donde está.

PD: Uno de los documentos de la publicación de The New York Times es la fotocopia de una nota girada por el exdirector Ramón Sabillón Pineda para que se vigilara el informe día y noche en el Cuartel de Casamata, ¿citarán a este oficial?  

OR: En primera instancia es la autoridad que ejecuta la acción penal e investiga este tipo de delitos, quien tiene que entablar las investigaciones del caso. Nosotros vamos a hacer un esfuerzo muy grande para que toda la información que existe alrededor de este caso se genere esté en nuestras manos, especialmente si se involucran a altos oficiales de la Policía que precisamente están sometidos en este momento a una evaluación e investigación por parte de la Comisión como son los generales.

PD: ¿Los mencionados en el informe del diario neoyorkino deberán desfilar primero por la Fiscalía y luego por la Comisión de Depuración?  

OR: En el ámbito de nuestras competencias haremos nuestro trabajo, vamos a realizar una labor para determinar la idoneidad o no de los miembros de la carrera policial, en tal sentido procurando saber si estas personas están involucradas en estos actos criminales.

No hay duda que el llamado aquí para ejercer la acción penal le corresponde al Ministerio Público.

PD: Aunque los señalados en el informe nieguen sus vínculos en los asesinatos de los zares antidrogas, ¿cabe aquí el principio de idoneidad?  

OR: Sin duda alguna. Si una persona aspira a demostrar su idoneidad deviene obligado a despejar dudas respecto a semejantes acusaciones.

PD: Entre las funciones encomendadas a la Comisión de Depuración, ¿impulsarán las ceremonias de retiros honrosos o definitivamente no?  

OR: Nuestro mandato es bastante claro, en lo que nos vamos fundamentalmente a concentrar es a garantizar que exista idoneidad de los miembros de la carrera policial, buscando la manera de determinar si son confiables, si son hábiles y tiene aptitud con lealtad, ahí es donde nosotros vamos a hacer énfasis.

PD: El presidente Juan Orlando Hernández sugirió a la Fiscalía y la Comisión que usted integra para que actúen en base al informe publicado en el NYT, ¿qué harán?  

OR: Fundamentalmente obtener el documento, determinar si el mismo es real y luego auscultar si fue alterado, escondido para establecer la responsabilidad de quienes no lo pusieron a disposición de las autoridades oportunamente.

El primer gran reto nuestro es buscar la manera de identificar donde está ubicado el documento y solicitarles a otras autoridades si tienen conocimiento del mismo que nos lo hagan saber.

Luego, ver a los presuntos involucrados en los crímenes que ahí se detallan y hacer un esfuerzo importante para determinar si como consecuencia de estos señalamientos ellos continúan siendo dignos de confianza y si cumplen con el perfil de idoneidad.

PD: ¿La publicación de este informe alcanzará agitar el hampa en Honduras? 

OR: Mientras tengamos una Policía que cumpla a cabalidad el perfil de idoneidad, no hay espacio para las mafias a lo interno de la Policía. Normalmente estas redes de corrupción se dan a lo interno de la Policía porque no tienen personal idóneo, responsable y comprometido con la población.

PD: Un temor de la población es que muchos policías saldrán por vínculos criminales aunque no se aseguren procesos judiciales en su contra, ¿es cierto esto?  

OR: No, información que tengamos nosotros de personal de la Secretaría de Seguridad involucrados en ilícitos, esos documentos serán enviados al Ministerio Público para que ejerzan la acción penal. Pero recuerdo que una de las actividades de la Comisión es generar un sistema de seguimiento a los policías depurados para vigilar sus actuaciones y de esa forma confirmar vínculos con redes o bandas que se dedican a delinquir.

PD: ¿Será la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) un aliado estratégico para depurar a la Policía?  

OR: Claro que sí. La MACCIH será un apoyo importante, especialmente en rescatar la acción de los operadores de justicia y ayudar a que unidades de investigación criminal e instituciones como el Ministerio Público puedan identificar patrones de conducta ilícita en los que estén involucrados policías y se puede desmantelar esas bandas donde participan agentes y oficiales.

PD: ¿Espera concluir con la misión encomendada durante doce meses para llevar a cabo su compromiso con la depuración policial? 

OR: Mi compromiso no está basado en tiempo, sino en cumplimiento de los objetivos. Yo aquí he venido a prestar mis servicios ciudadanos en procura de garantizar que en la Policía solamente estén agentes que cumplan a cabalidad el perfil de idoneidad que claramente está establecido en la ley.